¡Sé que no me dejarás jamás!
Decía el Padre Alberto Hurtado que ante situaciones difíciles él se preguntaba y nos animaba a los mismo, ¿Qué haría Jesús en mi lugar?... Trato de responderme con la mayor objetividad posible.
Para Jesús estaba primero el amor al prójimo, pero ...¿cómo he de entender eso? ¿Qué significa amar al prójimo? Me pongo a pensar en mi rol de mamá, cuando mi hijo me pide que le justifique una inasistencia a clases aduciéndome que está cansado... generalmente le digo que no, pero a veces acepto ser partícipe de su irresponsabilidad , consolándome que cuando mayor no podrá hacer la cimarra porque el mundo de los adultos no encontrará excusas plausibles. Por mucho que ame a mi hijo debo tomar y enseñarle a tomar decisiones que no le agraden porque están en juego valores superiores y de más largo alcance que su deseo de estar en la casa, cómodo, calientito, sin preocupaciones, que sus padres no estarán eternamente para resolverle los problemas; él debe aprender a vivir en esta sociedad compleja sin enfermarse, sin frustrarse, a tomar solo decisiones vitales, siendo empático, asertivo, coherente y consecuente.
Es difícil ser padres, a veces duele marcar la cancha y decirle a los hijos: "hasta aquí no más puedes" ,"muévete dentro de esto". "Busca el respeto de los demás, se consecuente con los valores que proclamas". Claro, hay que formar dando el ejemplo; el testimonio de vida de los padres y de los educadores, es lo que forma en todas las dimensiones de la persona: ético, religioso, sexual, político, social.
Claro que amo a mi hijo y porque le amo debo corregirlo, aunque me duela, para evitarle en el futuro mayores dolores y frustraciones, y especialmente cuando con su conducta, espero, no haga daño a otros, a los que quiere y a los que lo quieren y más aún a los que están en situación de menoscabo en la sociedad. Cuando el mundo de hoy llama a todo el mundo a vivir como mejor les parezca, porque todo es lícito, todo está permitido, incentivado por el excesivo emotivismo como cultura y teoría moral. Cada día se hace más difícil formar a los hijos, la competencia por el bombardeo de antivalores hace que sea una carga pesada...
No quiero desanimarme, no lo haré... Busqué mi sintonizador (calendario litúrgico) y me lo encontré ahí, a jesús, diciéndome:
"Vengan a mí los que sientan cargados y agobiados, porque yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí que soy paciente de corazón humilde, y sus almas encontrarán alivio. Pues mi yugo es bueno, y mi carga liviana".
2 Comments:
Lindo post. Si las correcciones a los hijios son amorosas en su espíritu y en su forma, siempre hacen bien.
Así como las intenciones, las formas también son importantes con los hijos, respetarlos, darles razones, empatizar con ellos, todo eso siempre se agradece, tarde o temprano.
Gracias Finitud. Tienes razón en lo que dices.
Se me olvidó poner que pasada una edad, después de los 13 0 14, quizás antes, depende de el caso, ya es muy difícil imponer algunas cosas a nuestro hijos y hay que entrar a parlamentar, negociar, establecer compromisos bilaterales, muchos mejor.
Un saludo.
Post a Comment
<< Home